Invertir en energía hidroeléctrica significa invertir con criterios de sostenibilidad, preocupación por el medio ambiente y responsabilidad social
La energía hidroeléctrica es un tecnología probada, sofisticada y económicamente competitiva. La vida media de las instalaciones está entre 60 y 90 años, pero muchas de las centrales sobrepasan la estadística si cuentan con un servicio profesional y en ocasiones con algún reemplazo de componentes electromecánicos. En concreto, en las centrales pequeñas, algunos elementos importantes como turbinas y generadores, pueden operar a un gran nivel de eficiencia hasta 60 años gracias a un buen mantenimiento. Incluso componentes electrónicos como los sistemas de control, sólo necesitan reemplazo después de varias décadas, principalmente por incrementos de eficiencia o adaptaciones técnicas. La energía hidroeléctrica es capaz de conseguir una gran tasa de eficiencia (ratio entre la energía generada y la utilizada) de entre el 65% y el 88%, batiendo a todas las otras energías, eólica, solar o térmica cuyo ratios están sólo entre el 30% y el 40%.
Ecológica
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